martes, 15 de septiembre de 2009

Altagracia Divino

Esta es la historia de mi primer personaje de Vampiro Edad Oscura, la gitana de Ravnos, Altagracia Divino, esta historia fue escrita a finales de marzo del 2008. Espero que la disfruten.

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Mi nombre es Altagracia, aunque antes solía tener otro nombre aunque esa es sólo una mentira más de las tantas que suelo decir, esta es mi historia, la verdadera.

Un día, hace muchos años, siendo aun una joven moza, volvimos con mi familia a mi amada Sevilla, mi ciudad natal.

Fue en ese entonces que conocimos al nuevo rey de los gitanos de la ciudad, no era alguien muy sociable y aceptaba visitas sólo por las noches, y fue en esa noche, donde conocí al hombre más bello y mejor aun, adinerado, de mi mundo, me enamoré.

Pero, yo sólo tenía catorce años, y a un hombre de poder como él, le interesaban las mujeres bonitas, como la mayor de mis hermanas, Rocío.

Fue entonces, luego de la visita, que todo empezó a cambiar, Rocío cayó presa de una extraña enfermedad, su conducta cambio, y en un principio creímos que era sólo amor por el nuevo rey, pero después, su piel fue cada vez más pálida, y su salud más frágil.

El rey mostró cierto interés por la condición de mi hermana, y entonces, me sentí muy decepcionada al darme cuenta que mi amor no era correspondido. Entonces pedí a mi madre me dejara partir con una caravana gitana que iba camino a los suburbios de Paris, en Francia, y ella convenció a mi padre con le miedo al contagio de la extraña enfermedad.

5 años estuve con la caravana vagando por toda Francia antes de volver a España y a Sevilla. Las noticias que me llegaban decían de Rocío que estaba bien, a pesar de seguir aun enferma, pero Estrella, mi segunda hermana, había enfermado también.

Ambas hablaban extraño, compartían la misma locura y el mismo sueño desesperado de vida eterna, preocupadas, según yo, por lo cercano de la muerte a causa de su enfermedad.

Fue en esta visita como una noche de insomnio sentí como mis hermanas salían de sus camas y, silenciosamente, se escabullían fuera de la carpa. Sin que me notaran, las seguí.

El camino fue casi directo a la carpa del rey, pero entraron por un costado de la carpa en la que no sabía que hubiera una entrada. Sin que me vieran, yo entré y observé.

Lo que vi, destruyó mi mundo y todo lo que en él había, ambas sangraban, una del cuello y la otra de la muñeca, pero, sin embargo, eran felices por lo que él les hacía.

Yo no creía en vampiros, para mi no eran más que invento gitano para asustar a la gente que nos mira mal, que nos desprecia, una maldición gitana, falsa como tantas otras.

En la inocencia de mis pocos años de aquel entonces, creí que él las había poseído, robándoles su virginidad, quitándoles la posibilidad de un buen matrimonio, y de tener una vida digna de una mujer gitana. Las leyes de nuestro pueblo eran claras, una mujer que no llega virgen al matrimonio debe ser repudiada por el engañado esposo.

Me pregunté porque aceptarían, luego, la idea de una maldición gitana verdadera, una conocida sólo por el rey, una que las obligara a obedecer para no ser alcanzadas por la muerte. El miedo me embargo, temí por mi, y esa misma noche tomé mis cosas y huí.

Pensé en volver a Francia, pero el sólo recuerdo de aquel lugar, plagado de cuerpos putrefactos aun con vida, me hizo cambiar mi rumbo.

Recordé que hacía unos pocos meses una caravana había partido a Inglaterra, y partí en su búsqueda, sabiendo que no sería difícil encontrar una caravana gitana española en mitad del mundo inglés.

Con esta caravana permanecí alrededor de 5 años más, hasta que tuve el coraje suficiente de enfrentar la situación que me esperaba en Sevilla.

Al llegar, ya con 24 años, para mi sorpresa, me encontré con el llanto de mi madre, dado a que sólo me quedaba una hermana, tras la muerte de Rocío. La ira tomó posesión de mi cuerpo, y con un cuchillo en la mano, mis pies trazaron el mismo camino que 5 años atrás me habían llevado a huir.

Entré en silencio buscando al rey, cuando estuvo a mi alcance de espalda, alcé la mano, pero lo quise de frente para que viera su propia muerte, y clamé su nombre para que volteara, una vez pude ver su rostro sorprendido, baje con fuerza el cuchillo alzado, clavándolo junto en medio de su pecho. Entonces vi su rostro paralizado, mirándome con horror directo a los ojos.

Al segundo siguiente descubrí que el miedo era entonces mío, al ver desaparecer el miedo de sus ojos y mostrarme su verdadero rostro.

- Es la segunda vez que entras aquí sin que yo te vea, - y vi como el cuchillo salía de su pecho – en sólo dos noches conseguiste lo que tus hermanas buscaban de mi.

No fui capaz de gritar ni de oponerme a su deseo, mi miedo era tal que mis ojos no podían dejar de mirarlo, noté que estaba exactamente igual que hacía 10 años atrás.

Mandó a uno de sus seguidores por mis cosas para fingir una nueva huida de mi parte, y entonces partimos a su refugio, no sin antes tomar el cuchillo del suelo. En ese lugar me enseñó todo lo que debía conocer de mi nueva condición, partiendo por la correcta ubicación del corazón.

Después de un par de meses, mi sire cambió mi imagen, regalándome un hermoso y costoso vestido amarillo y una cadena de oro, usando un acento fingido del inglés y francés que aprendí en mis viajes, tomé su apellido e inventé un nombre, así nació Altagracia Divino, una prima lejana del rey.

Desde entonces que tengo la costumbre de ir a Sevilla cada 5 años, escapando de la realidad, buscando la felicidad en otros lados, sonriéndole a la vida, mofándome de lo malo. Y al cuchillo aquel, lo traigo siempre conmigo.

2 comentarios:

  1. una vampira feliz es una vampira contenta ajajajaja
    me gusto
    bien a la onda vampiro de este ultimo tiempo

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  2. Onda vampiro de este ultimo tiempo???.... Sorry, no vi crepusculo, ni ninguna de esas series que dan por televisión.

    Esto lo escribí para mi personaje de Vampiro Edad Oscura, para la mesa de rol que dirigía un amigo, y mi personaje tenia conducta bufon y naturaleza celebrante, o sea, ella trataba de ser feliz burlandose de todo y todos :P... Es más, ahora que lo pienso, deberia escribir de cono perdi el cuchillo y el collar... jejeje...

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